“Los vértigos se curan totalmente, en el 95% de los casos, con el tratamiento adecuado, y las alteraciones del equilibrio siempre pueden mejorarse”.
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TRATAMIENTOS DEL VÉRTIGO
“Existe un tratamiento para cada tipo de enfermedad vertiginosa”. Las personas que padecen una enfermedad vertiginosa necesitan una atención médica especializada. El vértigo es una sensación angustiosa, invalidante, genera ansiedad y puede llegar a la depresión, sin contar con las caídas y accidentes que pueden ser ocasionados por una crisis de vértigo, desequilibrio o inestabilidad. No podemos exponer todos los tratamientos, de todas y cada una de las enfermedades que cursan con vértigo, este apartado sería excesivamente extenso. Hablaremos aquí, de los tratamientos más actualizados y de las enfermedades más frecuentes, para que los pacientes puedan estar informados.
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¿COMO SE TRATA UN VÉRTIGO?
ENFERMEDADES VERTIGINOSAS MÁS FRECUENTES:
1. V.P.P.B. o VÉRTIGO POSICIONAL:
Es el vértigo más frecuente de todos, representa el 35% de todos los vértigos. Es un vértigo que tiene unas características especiales, hablaremos de ellas, a fin de que el paciente que lo padece pueda verse o no identificado con dichas características.
Es un vértigo de comienzo brusco, ocurre sin avisar, de repente y cuando nos encontrábamos perfectamente, su comienzo está relacionado con haber hecho un movimiento rápido de la cabeza, generalmente hacia atrás o hacia abajo, o bien lateralmente. Si nos quedamos inmóviles, dura solamente unos segundos, pero si no paramos de movernos, pueden venir varios ataques seguidos, convirtiéndose en una pesadilla, a veces se acompaña de náuseas y vómitos si la crisis es muy fuerte, y nos deja una sensación de inestabilidad “flotante” que puede durar horas o días.
Cómo se diagnostica: Este vértigo es debido a la existencia de otolitos en uno o varios canales semicirculares, porque se han desprendido de la mácula utricular que es donde están ubicados, esto hace que la información que ese canal envía al cerebro, es errónea, y se producen unos movimientos en los ojos muy rápidos (nistagmos) que hace que tengamos sensación de que giramos o de que la habitación se nos viene encima. Pues bien estudiando esos nistagmus con nuestro equipo de Videonistagmografía, podemos ver cual es el canal afectado.
Cómo se trata: Este vértigo no se trata con ninguna medicación, ni tan siquiera con calmantes, pues dura unos segundos, y los sedantes vestibulares, aumentarán la sensación de inestabilidad. Como decíamos una vez hecho el diagnóstico y conocido que canal es el afectado y de que oído, lo que tenemos que hacer es una maniobra de reubicación de los otolitos para devolverlos al utrículo. Estas maniobras consisten en mover la cabeza del paciente a través de unos ángulos, y unos grados determinados, reciben el nombre de Maniobras de Epley, de Semont, y de Lempert, según que canal sea el afectado…
En algunas ocasiones hay que repetirlas más de una vez, pero su eficacia está demostrada estadísticamente, alcanzándose el 95% de curación. En conclusión: vemos precisamente que en el vértigo más frecuente no se toma medicación (ni Serc, ni Dogmatil, ni ninguna otra) par curarse.
2. VÉRTIGO O ENFERMEDAD DE MENIERE:
Es el segundo vértigo en cuanto a estadísticas de frecuencia, siendo un 25% del total de los vértigos. También tiene unas características particulares.
Es un vértigo “que avisa” normalmente, es de comienzo lento, uno se da cuenta de que va a marearse, nota presión en uno de los oídos y zumbidos (efecto parecido a colocarse una caracola) nota que ese oído se le tapa, y acaba llegando una crisis tremenda de vértigo rotatorio, que dura minutos e incluso horas, con nauseas y vómitos. sudación, etc, y aunque uno esté inmóvil en la cama, aquello sigue dando vueltas y vueltas a pesar de cerrar los ojos. En ese momento (durante la crisis) está indicado administrar algún sedante vestibular (Dogmatíl y Primperán, por ejemplo) para ayudar al paciente a salir de la situación. Una vez pasada la crisis, normalmente continúan los ruidos en el oído y se nota una perdida de audición, como de oído ocupado. Y la siguiente crisis suele volver a repetir al cabo de días o de semanas.
Este vértigo se produce, por un fallo en todo el órgano vestibular, debido a un aumento de presión de los líquidos endolaberínticos, lo que genera un movimiento ocular (o nistagmus) de tipo horizontal, por eso la sensación es que la habitación da vueltas.
Se diagnostica, mediante un estudio vestibular con el Videonistagmógrafo, en el que se valoran esos movimientos oculares con distintas pruebas, comparando un oído con el otro, al estimularlos conjunta o individualmente y se puede comprobar que uno de los dos vestíbulos está en fallo. En la actualidad la prueba de VHIT o de impulso céfalico, nos aporta además unos importantes datos, de incluso como está evolucionando la enfermedad. También es necesario hacer un estudio audiométrico para ir valorando la pérdida auditiva.
Cómo se trata: En las primeras fases debe de aconsejarse seriamente al paciente una dieta hiposódica, ya que está demostrado que la retención de líquidos por el abuso de sal, empeora la enfermedad. Además se administra al paciente medicación con diuréticos y betahistina (aquí si tiene utilidad el Serc) durante largos periodos de tiempo, controlando la evolución (mediante VHIT) y disminuyendo la medicación cuando veamos que la mejoría es estable. En los casos en que la medicación no es eficaz, cosa que ocurre en un 30% de los casos, si después de unos meses de tratamiento, el paciente no mejora, tenemos que dar el siguiente paso, que es pasar al tratamiento quirúrgico.
Actualmente el tratamiento quirúrgico ha evolucionado mucho en los últimos diez años, anteriormente se indicaban tres tipos de intervenciones: La Laberintectomía, La Descompresión del saco endolinfático, y La Neurectomía vestibular. Todas ellas con gran eficacia, pero importantes en cuanto a que, tenían que hacerse bajo anestesia general de varias horas de duración. En la actualidad, obtenemos prácticamente los mismos resultados con La Laberintectomia química, en la que nos vamos a detener por ser actualmente el tratamiento más eficaz para solucionar la enfermedad de Meniere.
La laberintectomía química, consiste en aplicar, (en el consultório y con anestésia tópica, mediante unas gotas en el oído) por vía transtimpánica una serie de medicamentos, en inyección semanal, y entre tres y seis semanas de tratamiento, el nervio vestibular que estaba enfermo, queda anulado, como con las antiguas intervenciones, y el paciente no tiene que tomar medicación (porque entre otras cosas ya la tomaba y no habíamos tenido mejoría) y tras unos días de pequeño desequilibrio, que se compensa mediante ejercicios, puede incorporarse a su vida normal, incluso después de la primera inyección.
Nuestra experiencia, es muy satisfactoria con este tratamiento, llevamos aplicándolo desde el año 2005, con más de cien casos tratados y unos resultados excelentes, cercanos la 95% de curaciones totales.
3. NEURITIS VESTIBULAR:
Este vértigo ocupa el tercer lugar en cuanto a frecuencia, con un 10% de los casos. Si lo sumamos con los dos anteriores, tenemos que el 55% de los vértigos, es decir, más de la mitad de las veces, es uno de estos tres. Es un vértigo, repentino, brusco, es una crisis única, intensa, de larga duración (3-6 días) con mucho mareo y náuseas, que da paso a una sensación de inestabilidad que se mantiene de 2-3 semanas.
Cómo se diagnostica: En las pruebas vestibulares, de VNG y VHIT, encontramos una hipofunción vestibular importante, de un oído, sin perdida de audición, ni acúfenos. Se trata de una lesión inflamatoria del nervio vestibular por lo que el paciente presenta solo vértigo sin pérdida de audición ni zumbidos.
El tratamiento consiste en eliminar los síntomas iniciales, con calmantes vestibulares los primeros días, después retirarlos, a la vez que se inicia un protocolo de Rehabilitación Vestibular, generalmente en el domicilio del enfermo. Se le enseñan al paciente unos ejercicios, diseñados previamente mediante una exploración con Posturografía, de fijación de la mirada y control postural, a la vez que ejecuta movimientos de cabeza determinados, con ojos abiertos y con ojos cerrados, etc.
El resto de los vértigo, entre todos, se repartirían el 45% de la frecuencia de aparición pero con porcentajes pequeños en cada uno de ellos. Vamos a nombrar unos cuantos para que se tenga en cuenta la variedad de la que estamos hablando:
4. VÉRTIGO VESTIBULAR RECURRENTE.
5. VÉRTIGOS CENTRALES.
- Isquemia del tronco encefálico afectación del núcleo vestibular. La circulación del núcleo vestibular proviene del sistema vertebro-basilar. Los síntomas más característicos de esta afectación son propios del tallo como: diplopia, ataxia, disartria o debilidad facial.
- Síndrome de Wallenberg a infarto de la porción lateral del bulbo raquídeo (por oclusión de las arterias vertebrales o cerebelosas postero-inferiores). El cuadro clínico consiste en: vértigo, ataxia, disfasia, diplopia, síndrome de Horner, entumecimiento facial ipsilateral y disminución contralateral de las sensaciones de calor y temperatura.
- Esclerosis Múltiple. Puede presentarse con vértigo hasta un 10% de las veces y en un 33% de los pacientes. En la exploración neurológica puede encontrarse oftalmoplejía internuclear y afección difusa del sistema nerviosos central.
- Tumores del tallo encefálico. Los síntomas más destacables son hemianopsia y tinnitus, en lugar de vértigo.
- Neurinomas del acústico. El vértigo relacionado con estos tumores es leve e incluso puede no presentarse, ya que el lento crecimiento del tumor permite compensación central.
- Edema súbito o hemorragia repentina de tumores de tronco. Produce cuadro repentino de vértigo brusco por compresión del tallo encefálico. Existe también disfunción del VIII par craneal (con pérdida del reflejo corneal).
- Secuestro de la arteria subclavia por ateroesclerosis. Produce cuadro de vértigo a medida que se va derivando el flujo sanguíneo de la arteria vertebral cuando el brazo ipsilateral realiza ejercicio.
- Migraña de la arteria basilar. Se presenta en mujeres de 15 a 25 años que padecen cefalea vascular y antecedentes de jaqueca. Se produce por una compresión vascular del VIII par craneal, cerca de su entrada al tallo encefálico.
- Vértigo psicógeno.
- Otras causas: Tumores cráneo-encefálicos.
TRATAMIENTO: Para el tratamiento de los vértigos centrales se debe identificar y tratar la causa subyacente, por lo que los pacientes que presenten dichos síntomas deben ser tratados por especialistas en Neurología o Neuro-cirugía.
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EN CONCLUSIÓN:
- Cualquier persona puede padecer vértigo. Los síntomas de inestabilidad pueden surgir tanto en la infancia como en la ancianidad.
- El niño tiene unas formas de vértigo muy diferentes a las catalogadas. Suele sufrir crisis espontáneas muy breves que con los años se van curando o se transforman en migrañas. Habitualmente se trata de problemas del oído medio que se manifiestan con vértigo.
- En los ancianos, se presentan cuadros de vértigo multisensorial que puede evolucionar hacia una inestabilidad crónica. En estos casos, los tres sistemas del equilibrio que tienen que coordinarse en el cerebro (vista, oído y articulaciones) fallan.
- Los trastornos del equilibrio, suelen presentar una cierta complejidad diagnóstica que se solventa con una adecuada y detallada valoración de las características de dichos síntomas, con pruebas de imagen TAC, RNM y pruebas de valoración funcional como la Posturografía Dinámica Computerizada, que además nos marcará el protocolo de rehabilitación a seguir.